La entidad se fundó en 1942 y desde allí no paro de crecer. En esta oportunidad, el gerente Pelossi nos cuenta su historia.

En la siguiente entrevista que se le realizó a Leonardo Pelossi, miembro de la cooperativa Atalivense Rivero Haedo, pudimos conocer un poco la historia y el presente de una entidad con mucho valor para la localidad y la región.

–¿Qué lugar representas? ¿Cuándo se inauguro?

-Yo soy el gerente, empecé a trabajar acá en 1999, soy nacido en Sunchales pero me vine acá por una solicitud de trabajo y ya soy un atalivense más. La entidad se fundó en 1942, inicialmente entregaba la leche a Sancor y se estableció como cooperativa de primer grado, luego hubo un proceso de fusión entre 1986 y 1988, donde Rivero Haedo, que era la número 50 de Sancor, absorbió a la cooperativa de Galisteo y Ataliva. La cooperativa de la localidad era la número 4 dentro de las 16 primeras que fundaron Sancor, es decir que dentro de Rivero Haedo hay hijos y nietos de productores que en su momento crearon la empresa. En el año 2005 se desvincula de Sancor y se independiza realizando su producción para diferentes industrias comerciando por su propia cuenta.
La cooperativa Rivero Haedo

–¿En que consiste una cooperativa? ¿Cómo funciona?

-Es la unión mancomunada de la gente en busca de un mismo objetivo. Esto es una cooperativa de producción, donde para ser socio es necesario tener tambo. Cada socio entrega la leche a la entidad y esta trata de brindarle al socio las mejores posibilidades que tenga para sobrellevar de la mejor forma la producción. Buscamos cuidar al afiliado, tratar que todo lo que necesite lo tenga dentro de la cooperativa y en las mejores condiciones que se pueda.

–¿Cuales fueron los momentos más difíciles que tuvieron que afrontar?

-Seguramente debe haber muchos momentos complicados, para nosotros, particularmente porque yo también lo viví, fue muy complicada la crisis del 2001, porque no solamente afectó al país, sino que además el sector agropecuario lo sufrió muchísimo. Nosotros habíamos hecho una inversión importante de maquinaria y en ese momento se necesitaba financiamiento y este se había cortado a nivel país debido a la crisis. Sin embargo, gracias al apoyo de los socios y productores, sumado al buen manejo interno que hubo, pudimos salir adelante y sobrellevar ese momento.

–¿Siempre funcionó en el mismo lugar?

–Este edificio se fundó en 1986, antes la administración funcionaba en otro lugar, pero hoy por hoy estamos totalmente instalados en este sitio.
La gran inversión

–Este año realizaron una inversión muy importante ¿Queres contarnos acerca de eso?

–La entidad tiene un parque de maquinaria muy amplio, picadora, trilladora, pulverizadora, arrolladora, ni hablar los tractores, embutidora de granos secos y húmedos, es decir una gama amplia de maquinaria que hace que tengas que ir renovándola con el tiempo.

La última inversión fue una picadora, por la cual estuvimos 2 años hablando con la firma Claas para poder acceder a esta maquina que es una de las mejores del mercado. En este tiempo estuvo muy difícil el tema de la importación, el año pasado no entramos en el cupo, pero este año fue la única maquina de este tipo que entró al país y, por suerte, pudimos comprarla en el marco de una sequía muy fuerte donde el equipo de picado se vio afectado. Además, fue un año atípico en el que no hay máquinas y un contexto fuerte de inflación. Más allá de eso, pudimos acceder a un préstamo y entregar maquinaria usada en parte de pago, lo que hizo que se de el negocio redondo para que se pueda hacer.

–¿En que consiste el funcionamiento de esta maquina?

-Nosotros ya teníamos una máquina de este estilo, pero un modelo 10 años anterior y con menor tecnología. Este aparato lo que hace es triturar la planta completa de maíz, desde el tallo hasta la última espiga, la pica en un diámetro de 2 cm, 2,5 cm, depende el cultivo, principalmente está orientado a maíz y sorgo, luego se embute en una bolsa de silo y se usa para alimentar las vacas del rodeo lechero que posteriormente entregan la leche a la cooperativa.